En Santiago de Compostela como en muchísimas otras ciudades, el abolengo y la tradición familiar y ciudadana deja escudos. A veces uno va rápido y no se detiene lo suficiente como para analizarlos. O están demasiado lejos y al sol. Especial para analizarlo luego, sacándole foto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario