
Cuando visité Munich en verano era impresionante la cantidad de flores que lucían todos los edificios. Particularmente esas flores bien rojas, bien fuertes, en las calles céntricas.
Rincones del mundo, rincones del Uruguay, rincones de Canelones, rincones de la Costa de Oro que es donde vivo... Pero también esos rincones en los que uno se detiene a reflexionar, recordar, aprender, mirar para adelante.
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