
Comiendo un plato de esos con picante hindú que son tan típicos de Londres, lo más llamativo eran las palomas, ave globalmente atrevida, que circulaban por las mesas picoteando migas y sobras de comida...
Inolvidable bullicio de conversaciones y negociaciones, tanto de turistas como de londinenses, multicolor, con gente de todo tipo.
Pura vida en Covent Garden...
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