Linda, a veces moderna, a veces tradicional, Lima con sus distintos barrios o “ciudades”. Lo que me sorprendió, no era una característica de la ciudad en la que yo pensara antes de conocerla, es su proximidad al mar.
En Miraflores, la Avenida Larco desemboca en la costa, en un acantilado que mira la playa. Ahí se encuentra un centro comercial estupendo, que se llama “Larcomar”. Tiene todo lo que representa la cultura de “shopping”, luciéndose como cayendo por el acantilado. Recuerdo clarito que ahí me compré mi tapado de alpaca, de corte moderno.
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