domingo, 16 de mayo de 2010

Limas y limones en un rincón de mi jardín



Es el más remoto rincón del jardín, al que voy poco, casi nunca me quedo a pasar un rato.

Árboles generosos... Hace años que mi limonero y mi árbol del limas (¿limero?) no paran de tener frutos... Limas, tengo casi todo el año. Y me paso buscando recetas, pero también inventando usos gastronómicos y prácticos para ellos.

Las limas, por menos conocidas, son las que más me sorprenden. Hago un dulce de limas, el clásico con rebanadas de limas, 2/3 de su peso en azúcar y agua hasta tapar en una cacerola grande... que le digo el “dulce inglés”, fina exquisitez tanto para el té como para acompañar carnes blancas plumíferas o mamíferas... Además dos por tres hago jugo de limas y no solamente para tomarlo, sino que dejo en remojo pescado crudo unas 3 o 4 horas, y luego lo hago al horno, pocos minutos. No cocina todo como el limón peruano, porque en ese caso tendría ceviche: la lima es amarga, pero suave...

Menos mal que me gustan los cócteles con vodka, infaltable destino de algunos de estos frutos amarillos. Y el limoncello con limones propios es más rico...

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